En medio de una dehesa de encinas centenarias aparece a finales de la década de los 70 CANCHO ROANO. Es el conjunto de origen tartésico mejor conservado de la península Ibérica y se considera por su singularidad, un yacimiento excepcional y único, tanto por su forma como por su tamaño y su estado de conservación. Se fecha entre el S VII a.C. hasta el S IV a.C.

El edificio es de planta cuadrada y está rodeado de un foso. Sobre un podio de grandes piedras se distribuyen varias estancias, de paredes de adobe. Lo circunda, entre el edificio principal y el foso, una construcción perimetral dividida en pequeñas habitaciones, que servía, a su vez, de cierre de la construcción. Al lado, el Río Cagancha, principal protagonista del lugar y gracias al cual se levantó el monumento.

Frente al yacimiento se encuentra el Centro de Interpretación, un moderno edificio donde se puede hallar toda la información referente al monumento desde una perspectiva didáctica y participativa a través de una maqueta interactiva o de un novedoso sistema de audioguías para poder descubrir los secretos de esta joya arqueológica.